En mi ya pasada juventud, en momentos tertulianos con amigos que amamos la literatura, siempre ostenté un pensamiento: “Para conocer a un pueblo, debes leer su poesía”.
Como cavilación instintiva, diríase que casi genética, la convicción que sustenta una idea y dicha idea un principio de conducta, los seres humanos crecemos agazapados de tan indispensables asideros. Como es de natural entendimiento, somos sujetos de tentaciones para vacilar, para ceder, para intercambiar nuestro oro por espejos y perdernos en el mar de confusiones. De esa manera, crecí convencido que el poeta forja ideologías y éstas fundan pueblos.
De entre los no muchos ejemplos que llevo en mi corazón, está el de los poetas chinos Li Bo (701-762) y Tu-Fu (710-770), quienes conforman la dupla de poetas más prolíficos de la historia de la humanidad, pues se recopilaron de ambos, más de 4,000 poemas, más muchos que se asumen fueron destruidos o extraviados.
De ellos aprendí que amar a tu pueblo a través de la poesía, es amarte a ti mismo y a tus seres queridos. Que los hijos de los hijos crecerán alimentados con esa semilla de reflexión, de comprensión, pero también de lucha por lo que en realidad tiene un valor.
Recién llegó a mis manos el link de una publicación, que de inmediato, despertó los vapores aún vigentes de aquellas consideraciones. De nombre Termita Virtual, esta publicación ostenta con orgullo el fortalecimiento de la literatura colombiana, la puesta en escena de la poesía moderna, el compromiso sólido y profesional de la búsqueda de la verdad a través de la palabra, pero lo que estimo más importante: Un derroche de amor por su patria y el valioso intercambio de cultura con el mundo.
Fue el excelente poeta argentino, Rolando Revagliatti, quien tuvo la gentileza de acercarme a tan ardoroso trabajo. De inmediato me di a la lectura voraz e interesada de su contenido, resumiendo brevemente sus puntos torales:
Director: Carlos Alberto Villegas Uribe, quien con un equipo maravilloso de colaboradores, exalta bajo una magnífica edición y un insuperable imagen, cada uno de los sesudos artículos que conforman la publicación. Quiero destacar el buen gusto, la policromía y polifacético diseño gráfico con el que está articulada.
Preferí omitir mi opinión personal acerca de cada tema, para no sesgar o enturbiar la belleza natural de los mismos. El contenido por artículo es el siguiente:
Charivarias: Claudio Berío. Una serie de citas a anécdotas sobre personajes de talla internacional, donde resalto a José Saramago (Portugal) y Luís Villoro (México), un poemínimo de Efraín Huertas (Méxicano) “No por mucho publicar te consagras más temprano”, entre otros.
Desenmascarando a una agente secreta, de Laura Patricia Peláez. Joven caricatógrafa colombiana, quien a los dieciséis años de edad ya había logrado publicación y exposición de su obra.
Un ensayo de Carlos Fernando Gutiérrez, recuento de la evolución histórica de la poesía regional colombiana.
Franciso Antonio Cifuentes: Magroll entre los cafetales, magnífico recuento de reflexiones, citas, análisis y conclusiones dignas del más exigente lector, a la obra de Álvaro Mutis Jaramillo, donde se destaca un bellísimo poema de nombre Nocturno
Musas Ebrias: Jorge Enrique Shultz Navarro: Poetas argentinos
Cito texto: En un ejercicio cómplice que hermana los pueblos y los une a través de la palabra solidaria y soñadora, Rolando Revagliatti, de Argentina, y Enrique Shultz Navarro, de Colombia, quien ha sostenido a lo largo de cuatro entregas, la sección Musas Ebrias de la Termita Virtual, juntaron su pasión por la poesía y compilaron para nuestros lectores este dossier de la nueva poesía argentina.
A continuación se exponen poemas de: Simón S. Esaim, Kato Molinari, Darío Cantón, Marión Berguenfeld, Juana Ciesler, Romina Berenice Canet, Lisandro González, Martha Acosta y Carlos Dariel.
Cultura Política: Piedad Córdoba Ruiz, Oración por Jaime Gómez, tema político relacionado con una verdad difícil de ocultar.
De extrema urgencia, de María Mercedes Lafaurie, con ingeniosas y vivaces reflexiones en unas cuántas palabras.
Icaro, de Elena María Ospina, una sección que a base de caricaturas reflexiona
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Rolando Revagliatti |
Estimado lector de Literalia México:
Para nosotros, los que conformamos esta creciente comunidad internacional de amantes de la literatura del esfuerzo, de la iniciativa, del sentimiento de búsqueda pero también de conclusiones, es un deleite y un honor contar con tan magnífico trabajo.
A Rolando Revagliatti, mi más sincero reconocimiento por ese don de compartirse y repartirse sobre el mundo, como lluvia necesaria que alimente nuevas semillas.
Los invito cordialmente a que constaten el idealismo vuelto realidad, pues aquella frase que dice: Somos lo que hacemos, no lo que decimos ni lo que pensamos, hoy toma singular fuerza.
Arturo Juárez Muñoz