Julio es así, perfecto, y sin embargo, cada día se supera aún más. Será que la Poesía está siempre un paso por delante de nosotros.
El soneto es un reto, una arte, una aventura.
Reto, porque guarda un equilibrio casi desquiciante si no lo respetamos métrica y fonéticamente.
Arte, porque se requiere de inteligencia y gran sensibilidad para encadenar ideas y sentimientos, propuestas y escenarios, colores y ritmos.
Aventura, porque a quien lo cultiva como se merece, se hace acreedor al reconocimiento y respeto; quien lo traiciona, es relegado al vertedero de lo fútil, de lo descartable, de lo efímero.
Jorge Luís Borges fue un gran sonetista, tan perfecto, que cada pieza poética es un auténtico equilibrio de fuerzas destelleantes luciendo su perfecta estructura, su pulcra belleza y su fuerza inquebrantable.
Vaya para ti, querido amigo, mi humilde reconocimiento.
Arturo Juárez Muñoz
No es, amor, que me duela el desencanto
de saberte ya de otro enamorada;
es que me duele en esta encrucijada
no poderte olvidar y amarte tanto.
de saberte ya de otro enamorada;
es que me duele en esta encrucijada
no poderte olvidar y amarte tanto.
Loco de celos vivo; cruel espanto
del día y con la noche desvelada
amarga oscuridad al alma atada
y horas sin fin, desconsolado llanto.
del día y con la noche desvelada
amarga oscuridad al alma atada
y horas sin fin, desconsolado llanto.
Dime si así vivir vale la pena
o si es mejor morir con la esperanza
de dejar de sufrir esta condena.
o si es mejor morir con la esperanza
de dejar de sufrir esta condena.
O si otro amor podrá desde esta almena
arrojarse en la punta de la lanza
que rompa en su mitad esta cadena.
arrojarse en la punta de la lanza
que rompa en su mitad esta cadena.
Julio G. Alonso