sábado, 9 de agosto de 2014

¡DIME TÚ, VIDA! ¡DIME TÚ!






La vida es un instante entre dos eternidades.
La vida es una cadena interminable de renuncias, y sin embargo, es lo único nuestro que se nos da al nacer, y es lo único que nos llevamos al partir...









¡Dime tú, vida, dime tú!
¡Dime tú, vida,
¿cómo hago para calmar mi ira y
mi magro desconsuelo…?
¿Cómo hago para no
romper en llanto,
por cada lágrima
que cae del cielo?

¡Dime tú, vida, dime tú!
¿Cómo hago para volver del fuego,
donde arden mi piel y mis adentros,
quemando mis lúgubres anhelos?

¡Porque tú, sólo tú lo sabes!
Quien puso la sangre entre mis venas,
que me dio capacidad
para llorar cascadas
y anhelar aquella fantasía
mal llamada sueño.

¡Dime entonces como ahogar los
locos desatinos,
que me incendian de coraje…
por no entender que muero!


Arturo Juárez Muñoz
Literalia México
Agosto 2014

4 comentarios:

  1. Tomar conciencia de estar vivo, amar lo que significa vivir, apreciar la belleza de lo vivo... es repudiar la inconsciencia de la muerte, odiar lo que significa morir, despreciar la fealdad de lo muerto... cuando la muerte la decide el destino de una bala, el hambre y el odio que levanta fronteras, el destino incomprensible. Lo demás, cerrar los ojos, entregar el último aliento, dejar que la vida continúe en los demás, descansar; es sólo eso, la otra cara de la vida al extremo del nacimiento, más dolorosa para el que se queda que para el que se despide.
    Arturo, siempre en el tema que importa, en la reivindicación de la plenitud. Enhorabuena.
    Salud.

    Julio G. Alonso

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  2. ¡Bellísimas palabras! Profundas, sabias, gratificantes.
    Debo confesarte que mis hijos no aprueban que toque temas tan sombríos, dolorosos o contundentes, sin embargo, me impactó tanto la fotografía de esta joven, que sentí un impulso irrefrenable por vindicar su causa, su dolor, su desesperación.
    En el fondo de mi corazón, solo deseo hacerle llegar a las personas en desgracia, una palabra de comprensión, de apoyo, de conmiseración, que seguro estoy, Dios les proveerá de la aceptación y paz espiritual para sanar sus heridas.
    Con profundo agradecimiento, amigo Julio, admirando tu calidad humana y enorme sensibilidad.
    Un abrazo:
    Arturo

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  3. ¡Desgarrador, el poema atrapa la desesperación de un momento trascendente y profundamente humano!

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  4. Amigo anónimo:
    Me sumo a tu visión del poema.
    ¡Profundamente humano!
    Un abrazo:
    Arturo

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