La vida cumplió sus amenazas;
Le ató las manos y le atrapó los sesos,
En esas rejas blancas donde encierran a los necios,
a los locos, a los viejos…
Vayan trayendo leña verde
El loco ha vuelto a despertar del sueño…
Aquel hombre de gesto retorcido,
amenaza, fuego, suicidio,
Logró zafarse de ataduras falsas,
para volver a su prisión de hierro.
Vayan trayendo leña verde
El loco ha vuelto a despertar del sueño…
Y es que al silencio lo volvió murmullo
y al murmullo lo convirtió en estruendo;
Aquél que nada dijo y hoy lo dice todo,
aquél que incendia horizontes con el dedo.
Así las cosas en este mundo ciego;
los locos son callados por mirar al cielo;
libertad, estrella mortecina,
que es apagada con el fuego.
Arturo Juárez Muñoz
Literalia México, 2014
Intenso; imaginativo; este poema nos permite pensar en muchas vertientes, y por ende, muchos significados.
ResponderEliminarEnhorabuena:
Cass
Me agrada notablemente la idea de imaginar a la sociedad medrosa, timorata y cobarde que tiene miedo de enfrentar una verdad oculta y reducida.
ResponderEliminarBien. Arturo
Estimada Cassandra:
ResponderEliminarEres muy gentil con tus calificativos. Agradezco tu visión y espero se hayan despertado intensas emociones.
Saludos
Muy apreciable Ernesto:
ResponderEliminarComparto tu apreciación y sentido que le has otorgado a mi trabajo.
Mil gracias:
Arturo
Me retrotrae a épocas inquisitoriales en las que cualquier verdad alejada de la ortodoxia era perseguida y castigada. La sociedad que tiene que acallar así la voz y la verdad del loco, está perdida. Ni a don Quijote (y de paso a su autor, Cervantes) infligieron semejante castigo. Siempre oportuno tu verso y tu poema, Arturo.
ResponderEliminarCon un abrazo hasta el inmenso México.
Salud.
Querido Julio:
ResponderEliminarTú sabes perfectamente cuánto admiro tu sensibilidad y calidad poética, pero sobre todo, tu inteligencia.
En estos momentos, que ya parecen eternos o de siempre, México vive momentos inmensamente difíciles.
Baste decir ¡Gracias, querido amigo!
Un abrazo:
Arturo