LA SONRISA DE MI HIJA
Para mi querida hija,
como un tributo a su hermosísima sonrisa
que se precipita en tibio acantilado y se derrama en
estridente carcajada.
¡Espléndida!
La luna descubrió tu cara
teñida de sombras tras la lámpara
que brotó de estrellas en cascada.
Risa, risa, risa endemoniada
que irrumpe con cantos de sirena
y ondula con alas de parvada.
¡Ay! Si tus labios cesaran de reír por la mañana,
reclamarían los ríos, el mar y la montaña,
el satín platinado de tus dientes
estallar en vibraciones ondulantes,
y así volver a tenerte entre las aguas,
del fresco rugir de tu sonora carcajada.
Arturo Juárez Muñoz
Literalia México
Magnífico tributo a una sonrisa y una hija insustituible, amigo Arturo. La pasión de padre hace que estos versos se crezcan hasta contagiarnos de toda la vida que llena el ancho mundo de un gesto franco y abierto y que ilumina el rostro. Felicitaciones a la hija... y al padre, por supuesto.
ResponderEliminarSalud.
Querido Julio:
ResponderEliminarMaravillosas tus palabras. Mil gracias por tan gentil gesto.
Ambos (ella y un servidor), lo agradecemos profundamente:
Arturo