jueves, 22 de marzo de 2012

NUESTRA NIÑEZ

Los viejos decían: "Todo tiempo pasado fue mejor". 
En aquel entonces no les comprendía, pues mi vida florecía entre juegos y aventuras, sueños y dolorosas realidades.
Rodillas raspadas, vidrios de ventanas rotas, entre tantas y tantas travesuras infantiles, nuestros juegos transcurrían entre las piedras, los riachuelos, las tardes crepusculares que pintaban de rojo dorado la ciudad entera.
Sin embargo, muy a nuestro pesar el tiempo pasó también para nosotros. Nuestros viejos partieron un día como tantos, envueltos en la serenidad de una noche apacible y oscura. 

Sin embargo, sus aromas sutiles, sus imágenes salpicadas de ocre y obsidiana, prometieron volver cualquier día en un futuro convertido en presente, y con ello, recordarnos que nuestras almas mantienen un hilo de luz que nos ata a costumbres inveteradas y llenas de felicidad.
Apenas el día de ayer, al husmear en uno de tantos lugares donde la eternidad es una cuna y los recuerdos pululan entre fierros oxidados, asomó erguido y orgulloso de su prosapia legendaria, un viejo camión hecho de pedacería de hierro. Trocitos de varilla, ruedas cortadas de entre recortes de láminas que nunca se vencieron ante las garras del olvido; partes de tubos y filigrana entresacada del rizo atrapado entre los óxidos del tiempo.

¡Ay, niñez de cuatro lunas! ¡Ay, aroma de té de canela con panecillos recién horneados! ¿Dónde se extraviaron las rutas donde orgullosa surcabas los caminos que llevan al horizonte infinito? Yo era tu chofer, tu conductor, tu jinete en aquellas jornadas donde el polvo era nuestras nubes y las farolas de las calles nuestra galaxia.
Cuando vuelvo a ver tus pedacitos de todo y a su vez de nada, me recuerdan que así ha sido mi vida, pegotes que se adhieren como a ti las rondanas y los birlos, para ambos crecer de poco en poco, amalgamados por la esperanza de sentirnos fuertes, sólidos, diferentes, y sin embargo débiles como las rosas atrapadas en su cáliz. 

Por un instante me sentí transportado a aquellos tiempos, como si nada hubiese pasado, como si el tiempo quedara suspendido y mi alma se entremetiera entre las brumas de la nostalgia de aquella niñez tan añorada. Después de todo, andar de nuevo nuestros rumbos secretos, es una forma de decir que la vida es una promesa que se volverá verdad una mañana.


NUESTRA NIÑEZ

Acicaladas, las gaviotas se aprestan a levantar el vuelo una mañana.
Sus alas extendidas se baten en grácil huida
como intentando surcar el cosmos de una nueva galaxia.

Así nuestra niñez, convertida en polvo dorado que se esparce 
como burbujas de jabón en vorágines de nada.

Tus destellos diamantados quedaron esparcidos en la grana,
en esas tardes que parecían trozos de luna salpicadas de aventuras,
que hoy son como olas de recuerdos que se mecen
en las sienes platinadas de mi cara.


¡Niñez que fuera todo; esperanza colmada de esperanza,
y cada torcer del destino, una razón para esperar otro mañana!


Si pudiera asirme a tu cauda tejida de listones,
me volvería juego, bolero, carcajada,
y volvería a tus noches de terror,
con los ojos asomando debajo de la almohada.

Arturo Juárez Muñoz
Literalia México

 

lunes, 5 de marzo de 2012

DHP MÉXICO EXPANDE SUS HORIZONTES

DHP MÉXICO  es un proyecto integral que intenta ofrecer una alternativa de amplio espectro, en el área del Desarrollo de Habilidades del Pensamiento.
Sus tres vertientes le permiten apostar al desarrollo del capital humano (ya fuere empresarial o académico), del crecimiento del intelecto y capacidades del razonamiento inductivo-deductivo, y de la preparación para enfrentar la dura competencia de los tiempos actuales.

En esta ocasión toca el turno a  la esfera cognitiva del razonamiento deductivo, denominada: Analogía, Afinidad e Incongruencia. A continuación les presento la introducción al tema, el cual podrá ser ampliado en los enlaces indicados:

"Una de las principales preocupaciones que manifiestan los profesionales del Desarrollo de Habilidades del Pensamiento, es la incipiente o muy pobre capacidad de discernir diferencias entre una Analogía, una Afinidad y una Incongruencia, por parte de sus alumnos o participantes.
Inmersos en un mundo de señales analógicas y digitales, el ser humano camina por la vida aplicando de manera inconsciente estos principios. Así, no resulta difícil encontrar señalamiento carreteros que no ofrecen claridad al viajero; señalizaciones en los transportes urbano o colectivos que obligan a más de un pasajero a aclarar dudas en los kioscos de información, y muchos ejemplos más. Qué decir de los libros con explicaciones que parecen simples para los autores, pero profundamente incompresibles para los lectores"
Si deseas ampliar el tema, ingresa a los siguientes enlaces:

Arturo Juárez Muñoz