jueves, 31 de enero de 2013

LA SONRISA DE MI HIJA




















LA SONRISA DE MI HIJA
Para mi querida hija, como un tributo a su hermosísima sonrisa
que se precipita  en tibio acantilado y se derrama en estridente carcajada.


¡Espléndida!

La luna descubrió tu cara

teñida de sombras tras la lámpara

que brotó de estrellas en cascada.

Risa, risa, risa endemoniada

que irrumpe con cantos de sirena

y ondula con alas de parvada.



¡Ay! Si tus labios cesaran de reír por la mañana,

reclamarían los ríos, el mar y la montaña,

el satín platinado de tus dientes

estallar en vibraciones ondulantes,

y así volver a tenerte entre las aguas,

del fresco rugir de tu sonora carcajada.


Arturo Juárez Muñoz
Literalia México 



martes, 8 de enero de 2013

AEROPUERTO



















AEROPUERTO

Las personas no se van,
no mueren,
solamente se trepan a un avión
y prometen volver
una mañana.

Sus ojos permanecen
quietos y serenos;
sus manos ya no se agitan
porque descansan
de tanto volar
en círculos sobre su almohada.
Y si caminan,
rasgan el velo de las sombras nocturnas
hasta volverse bruma,
incienso,
alborada.

Y sus objetos preferidos,
cuales símbolos de paz enamorada,
se dejan llevar por el dulce y sereno
vientecillo que se cuela
por entre la ventana.

Las personas no callan
no desaparecen,
solamente se elevan por los aires,
y en una primavera cualquiera,
vuelven a batir sus alas sobre la cañada.



Arturo Juárez Muñoz
Literalia México, 2013