La vida es un instante entre dos eternidades, y la poesía, una eternidad resumida en un instante...
jueves, 28 de febrero de 2013
IMAGINÉ
"Los sueños se esparcen por los aires
para recordarnos que somos hijos de los vientos"
IMAGINÉ
Imaginé,
sentado a la vera del camino,
una ruta sin rumbo,
una luz sin destellos,
una voz en silencio.
Imaginé
tan sólo por tener el don
de imaginar, de pensar, de ser ajeno
a todo aquello que se cicla y se repite
con el eco,
y que se expande como anillos
monótonos al tiempo:
sin rumbo
sin luz
y sin anhelos.
Imaginé
lo nunca jamás imaginado;
lo tuve por cierto,
por puro
y valedero;
tal vez jamás ha sido tarde
para abandonar el centro
e intentar ser más yo,
más mi voz,
... más mis propios sueños.
Arturo Juárez Muñoz
Literalia México
Febrero 2013
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La honestidad e integridad propias, su búsqueda, su conquista, será el camino más seguro para desenmascarar la hipocresía de aquellos que desde cualquier ámbito de poder y desde su impunidad se enriquecen, roban y abanderan todos los atropellos contra la sociedad. Ciudadanos en busca de sus sueños contra corruptos que roban los sueños de losciudadanos. Hoy, tal vez más influenciado que nunca por cuanto ocurre a nuestro alrededor, he querido leer en esta clave tu poema, amigo Arturo.
ResponderEliminarSalud.
Querido amigo Julio:
EliminarAmbos sabemos que la poesía es interpretativa. Nada mejor que escuchar lo que este sencillo trabajo desprendió de tu mente, por cierto, siempre astuta, despierta, en inagotable búsqueda.
Comparto tu línea de pensamiento y me sumo a la clara indignación de los que no encontramos sinceridad y auténticos abanderamientos.
Un abrazo agradecido:
Arturo
Amigo Arturo:
ResponderEliminar¡Bello en verdad!
La búsqueda del yo interior, aunado a una inagotable necesidad de autentificarnos en la vida, es la esencia de este hermoso poema.
Comparto su intención e intensidad.
Un abrazo:
Alejandro
Amigo Alejandro:
EliminarEs cierto, la búsqueda del yo interior debiera ser la máxima empresa de nuestra existencia. En cuanto a la intencionalidad, al menos propongo una salida a las largas cavilaciones qie en ocasiones nos ocupan.
Un saludo afectivo:
Arturo