lunes, 30 de agosto de 2010

CONCORDANCIAS Y DISCORDANCIAS

El mundo es plural, multicultural, incluyente. Imaginar una sola voz, un solo criterio, una única verdad, es una aporía.

Hemos recibido ya treinta y cinco mensajes por correo electrónico (no comentarios en el blog), y aunque la constante es de beneplácito por la iniciativa ofrecida, me detengo a reflexionar acerca de dos que suenan discordantes al resto, lo que no significa que no esté de acuerdo con ellos.

Antes de mencionarlos, deseo poner en perspectiva que una de las razones por la cual se diseñó Literalia México, es debido a las reducidas oportunidades de expresión con que cuentan los jóvenes escritores en el estado de Hidalgo, México. Evidentemente podemos extrapolar esta perspectiva a todo ente federativo que así lo considere.

Por otra parte, comentado con catedráticos amigos que ocupan niveles directivos escolares, o que fungen como titulares de la materia en cuestión, percibimos de manera evidente un desinterés de parte de los jóvenes estudiantes por querer participar en estas iniciativas.

Sinceramente no imagino entonces descalificar o menospreciar a los adolescentes que sueñan, se preparan, luchan por trascender a través de la palabra escrita, por el simple hecho de ponerles un cliché de incapacidad o carencia de calidad en su trabajo.

Sin embargo, son las opiniones de nuestros apreciables lectores los que nos nutren y motivan para seguir adelante, enmendar el camino, corregir los errores cometidos, pero sin dejar de ver el objetivo trazado.

El primer mensaje es sucinto, tan escueto como tres palabras, y con ellas dan cerrojazo al esfuerzo mostrado. Soy un hombre convencido de aquella frase que versa “Si piensas que todo lo destruiste, no te aflijas, probablemente era necesario todo reconstruirlo”

Te prometo que me voy a esforzar por mejorar mi convocatoria, y por qué no decirlo, ampliar mi expectativa para atraer a personas más preparadas, más acuciosas en el análisis literario, y así poder ser más dignos de un segmento no considerado.

El segundo mensaje es un poco más claro, contundente y de alguna manera sentencia una improbabilidad futura, al enunciar su total desacuerdo con los blogs. Mi pregunta inmediata es: ¿Acaso no son los blogs una forma del tiempo presente, en la cual una sociedad o colectividad decide adherirse a una idea central y verter así sus opiniones?

A nadie sorprende la banalidad que invade a las redes sociales. A ninguno de nosotros nos afecta ser bombardeados por miles de mensajes comerciales (que por cierto han ganado un lugar en el universo llamado Spam)

Más bien yo preguntaría si hace diez años, tú, crítico severo de las nuevas tecnologías, habrías podido manifestarte como lo haces ahora con la libertad, sencillez y sin censura, como abrir un blog o e-mail y decir lo que piensas.

¡Por supuesto que doy la bienvenida a todas las opiniones! Pues si dejara pasar por alto estos comentarios, sería pueril y deleznable de mi parte cerrar los ojos y taparme los oídos para envanecerme del elogio de los demás.

Agradezco sinceramente éstos y los comentarios que vengan, que de alguna forma, me obligan a enderezar el rumbo. ¡Concordancias y discordancias, dualidad inseparable del hombre!

4 comentarios:

  1. Uno de las circunstancias menos agradables de comunicarse en red es que siempre, como bien apuntas, hay gente no solo discordante, eso es natural, sino que les apetece en sobremanera criticar sin construir, gente mal hablada y generalmente anónima, sujetos que se esconden detrás de absurdos seudónimos con el único propósito de insultar o desanimar. A mí no me preocupan, creo que esa es su tarea pues tienen un claro problema de comunicación aunque crean que lo hacen, sin duda gente cobarde y holgazanes que prefieren fijarse en las cosas ajenas ya que no tienen nada propio ni interesante de lo que hablar. Estoy convencido que solo existen dos clases de seres humanos, los creativos y los no creativos, que por desgracia son mayoría, y gustan de eclipsar al resto, aunque eso es realmente imposible y circunstancial, la posteridad es para los individuos que saben cultivar los campos de la vida con coraje y empatía, dejando tras de sí lo mejor de ellos mismos, son los que se ríen al final, los que realmente sortean los obstáculos, son los héroes y mentores de nuestra existencia.

    La gente negativa se dirige a la persona, a la identidad de la persona, mientras que la retroalimentación va dirigida a la conducta o el comportamiento. No es lo mismo decir "eres tonto", que decir "has hecho una tontería". En el primer caso implicamos a toda la persona, mientras que en el segundo caso estamos hablando de una conducta determinada. Uno busca culpabilizar, mientras que el feedback quiere encontrar soluciones. No es lo mismo decir "arrepiéntete de lo que has hecho, de las consecuencias de tus actos", que decir "qué puedes aprender de tu error, cómo puedes hacerlo mejor la próxima vez". La retroalimentación es concreta, específica. Criticar a la ligera utiliza generalizaciones "lo has hecho todo mal", se centra en el pasado, mientras que la crítica positiva se centra en el futuro, es muy específico "has accionado mal esa palanca". No importa lo que pasó, lo que nos importa realmente es cómo nos va a servir esto en el futuro y solo se puede saber si efectivamente se hace.

    Cuando el dolor es insoportable, nos destruye; cuando no nos destruye, es que es soportable. Muchas veces se conoce a los valientes más en las cosas pequeñas que en las cosas grandes.

    ¡Ánimos y un fuerte abrazo!

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  2. Lo que me nace del corazón es decirle al grupo de trabajo de Literalia México, que si bien entiendo la mirada la tienen apuntando a nuestros ojos, los jóvenes, los que no tenemos miedo a equivocarnos, porque el error es la más justa de las enseñanzas. Soy universitaria y sé perfectamente que los quieren molestar o simplemente descalificar. ¡Por favor! Sigan adelante, seria decepcionante para mí el haberlos encontrado para luego perderlos.

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  3. "Me refiero, Arturo querido, al comentario que algún lector te hizo, como lo refieres en tu artículo, a través de un correo-e, en el sentido de que las nuevas tecnologías no son propias del quehacer literario, sin embargo coincido contigo ya que esta es la forma de expresión más liberal que puede haber en la actualidad.
    Nos puede parecer que las redes sociales son vanas y superfluas, sin embargo pueden ser como queramos; tan innovadoras, creativas y trascendentes como nos lo propongamos, hagamos de este un Blog creativo, inquieto, innovador y, por supuesto, trascendente."

    David Gerardo Paz Marín
    (Comentario recibido a través de correo electrónico)

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  4. Quien haya enviado el mail que dices, y pedimos perdón por meternos donde no nos llaman, no sabe nada de arte. De su finalidad. De comunicar por medio del arte literario. Los escritores necesitamos hablar con el lector. Contar lo que pensamos y lo que sentimos. Pero, sobre todo, convertirnos en la voz de los que no tienen nuestra voz. De aquellos que no tienen una computadora, una red social o un amigo cerca. De los que son enmudecidos por lo que nos sucede a diario en el mundo. De los que mueren o murieron sin justicia.
    Eso es arte. Eso es literatura. ¿Los medios? ¿A quién le importa los medios si de que el mundo se entere se trata?
    No le den importancia a alguien tan ignorante que no pueda comprender la finalidad del arte. Menos, a quien se rige por parámetros que no incluyan. El arte no excluye jamás.

    Saludos a todos.

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